Apnea del sueño y diabetes

Apnea del sueño y diabetes

La apnea del sueño es un trastorno respiratorio crónico bastante frecuente (se estima que hasta un 80% de las personas que lo paceden pueden estar sin diagnosticar) que se produce por cierre de la vía respiratoria superior (por obstrucción con la lengua, amígdalas, úvula) de forma total (apnea) o parcial (hipopnea) durante varios segundos. Esto produce una falta de llegada de aire a los pulmones y una disminución de la oxigenación de los órganos durante ese tiempo.

Estos episodios de apnea se repiten de forma más o menos frecuente durante toda la noche, pudiendo producirse hasta más de 30 veces cada hora. Cuando el mensaje sobre la falta de oxígeno llega al cerebro, este responde reanudando la respiración de forma brusca con un ronquido fuerte.

No todas las personas que roncan presentan un síndrome de apnea del sueño, pero en personas que roncan hay que observar si se producen pausas de apnea y somnolencia durante el día.

Alberto tiene 48 años, tiene una diabetes tipo 2 desde hace 6 años en tratamiento con dieta y ejercicio que no realiza adecuadamente y 2 fármacos orales para reducir la glucosa. Acude a consulta refiriendo que desde hace ya varios años su pareja le viene diciendo que ronca fuerte cuando duerme y que en muchas ocasiones se le corta la respiración y parece que se queda varios segundos sin respirar, volviendo posteriormente a reanudar la respiración tras emitir un ronquido muy fuerte. Comenta que esta situación ha ido empeorando a lo largo de los años y que lo que más le ha alarmado es que últimamente le entra sueño incluso mientras está conduciendo su coche e incluso algunas veces cree haberse quedado dormido durante unos instantes aunque afortunadamente no ha llegado a tener accidentes.

La somnolencia en otras circunstancias menos comprometidas, como mientras ve películas en el cine o en la televisión, o mientras está viendo teatro o escuchando música ya le viene ocurriendo desde hace años.

A veces también le ocurre en el transcurso de una conversación con amigos, sobre todo después de haber comido, aunque no haya tomado alcohol.

Su mujer le ha dicho que viniera al médico porque ha oído hablar de las apneas del sueño y ha visto en internet que si no se tratan pueden producir problemas muy graves.

Una vez que Alberto ha terminado de contarme su relato me pregunta si me parece que pudiera tratarse de una apnea de esas…

Le comento que aunque su historia podría encajar en ese diagnóstico, hay que hacer una exploración y una serie de pruebas para confirmarlo.

Le pregunto si es fumador o si tiene algún problema de la nariz, boca o garganta que pueda dificultar la respiración como por ejemplo una desviación del tabique nasal por algún golpe recibido o si tiene problemas para respirar por la nariz o por la boca correctamente.

Alberto me indica que no, tampoco es asmático ni tiene problemas pulmonares que le impidan respirar correctamente.

Indico que lo primero que vamos a hacer es pesarle, tallarle y medir su perímetro de cintura.

Pesa 91 Kg, mide 1,73 cm (IMC:30,4) y su perímetro de cintura en 103 cm.

También la circunferencia de su cuello es de 43 cm.

Con estos datos podemos decir que Alberto presenta una obesidad grado I de predominio abdominal o central y que tiene un cuello ancho (todos estos datos junto con la diabetes tipo 2 se relacionan con el síndrome de apnea del sueño)

Le pregunto también si en los últimos años ha ido aumentando su peso y me dice que sí porque últimamente realiza una vida más sedentaria, apenas realiza ejercicio físico y tiende a comer más comida precocinada porque con el trabajo que realiza tiene turno partido y no le da tiempo a ir a comer a casa (come en el trabajo y no precisamente dieta mediterránea), además al regresar del trabajo, lo que le apetece es prepararse una pizza, abrirse una cervecita y ponerse a ver la televisión

Después de esto le paso un test de Epworth, que consta de una serie de preguntas que según la respuesta indicada otorgan una puntuación entre 0 y 3 en cada una de ellas y que a partir de 11 puntos se asocian fuertemente con trastornos del sueño y a partir de 16 con somnolencia intensa y elevada probabilidad de síndrome de apnea del sueño en personas con clínica compatible.

Escala de Somnolencia Epworth
¿Con qué frecuencia esta somnoliento o se queda dormido en cada una de las siguientes situaciones? Aplique la siguiente escala: 0: nunca, 1: baja frecuencia, 2: moderada frecuencia, 3: alta frecuencia.
SituaciónPuntaje
1. Sentado y leyendo.0123
2. Viendo televisión.0123
3. Sentado en un lugar público (ej. cine, reunión).0123
4. Viajando como pasajero en un auto durante 1 hora.0123
5. Descansando en la tarde cuando las circunstancias lo permiten.0123
6. Sentado y conversando con alguien.0123
7. Sentado en un ambiente tranquilo después del almuerzo (sin alcohol).0123
8. En un auto, mientras se encuentra detenido por algunos minutos en el tráfico.0123

También le pido un análisis de sangre y una prueba para valorar la función pulmonar (espirometría)

Al cabo de unos días veo de nuevo a Alberto con las pruebas realizadas.

La espirometría está dentro de la normalidad, en el análisis de sangre se detecta cierta elevación de los glóbulos rojos, tiene una HbA1c de 7,6% y el colesterol y triglicéridos también están por encima del objetivo adecuado.

El test de Epworth arrojaba una puntuación de 17.

Mi diagnóstico de presunción es de probable síndrome de apnea del sueño por lo que derivo al paciente a neumología para su valoración y realizar la prueba más específica para el diagnóstico de confirmación: la polisomnografía.

La polisomnografía es una prueba que mide durante el sueño del paciente su tensión arterial, frecuencias cardiaca y respiratoria, si presenta paradas respiratorias con desaturación de oxígeno (baja la concentración de oxígeno de la sangre) y si se realiza en el hospital, mientras duerme se hace también un electroencefalograma para ver si existen microdespertares (de los cuales no se da cuenta el paciente) que son la causa de la somnolencia diurna al no haber descansado de forma satisfactoria durante la noche.

Tras el estudio que en neumología realizan a Alberto se determina que presenta una apnea del sueño grave (en la polisomnografía se observan más de 30 pausas de respiración por hora) por lo que se le indica como tratamiento, además de la disminución de peso y que intente dormir de lado (no boca arriba ni tampoco boca abajo), un sistema de ventilación mecánica llamado CPAP. La CPAP consiste en una pequeña máquina que bombea aire de forma continua a la nariz y la boca mediante una mascarilla manteniendo abierta la vía aérea e impidiendo que se colapse.

Este dispositivo se lo coloca el paciente por la noche antes de irse a dormir y se retira por la mañana (después de haber recibido un entrenamiento para su manejo adecuado).

Si Alberto no realiza este tratamiento aumenta el riesgo de que se produzca hipertensión arterial de difícil control, arritmias, ictus, insuficiencia cardiaca, infarto de miocardio.

A todo ello se suma la frecuente asociación de disminución del rendimiento laboral, ansiedad y estado de ánimo deprimido debidos a la ausencia de un sueño reparador.

Tras iniciar el tratamiento con la CPAP, Alberto ha experimentado una importante mejoría, desapareciendo la somnolencia diurna, mejorando su estado anímico y hasta el control de su diabetes

La apnea del sueño es un cuadro más frecuente en personas con sobrepeso u obesidad y en aquellas con diabetes tipo 2, produce un peor control de la misma y la aparición más frecuente de complicaciones vasculares.

Por los motivos indicados es muy importante reducir el riesgo de que aparezca evitando la obesidad o detectarlo lo antes posible para poner un tratamiento adecuado que evite el desencadenamiento de complicaciones graves.

Carlos Debán
Médico de Familia, Centro de Salud El Restón
Máster en Salud Pública y Dietética / Nutrición
Experto Universitario en Endocrinología y Diabetes

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