Caso cerrado · En una cena de Navidad, ¿qué hago?

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Hace unos días os proponíamos una pregunta que seguro que a muchos se nos ha pasado por la cabeza, en una cena de Navidad, ¿qué hago? En esta época tienen lugar celebraciones con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo… Son comidas difíciles de contabilizar y normalmente muy copiosas, así que, ¿qué puedo hacer?

Aquí tienes el enlace a la publicación con la Pregunta que os hacíamos hace unos días.

Respuesta: 

De las diferentes opciones que se planteaban en el número anterior, la respuesta correcta, sería la número 3.

“Me hago una glucemia capilar, calculo la cantidad de raciones de hidratos   de carbono que voy a comer y decido cuántas unidades de insulina voy a necesitar. Como todo. Bebo dos vasos de vino. Dos horas después me haré un nuevo control de glucemia.”

Como ya hemos comentado en múltiples ocasiones, la dieta de la persona con diabetes no debe variar frente a la dieta de la persona sin diabetes. Lo que sí varía son las condiciones, es decir, tenemos que valorar lo que vamos a comer, nuestra glucemia previa y nuestra respuesta a la insulina, y en función de eso probar cuál es la dosis que se adapta mejor a esta situación. Sin duda se trata de un menú algo fuerte para un diabético pero no debemos, salvo que queramos por otro motivo, cambiar los platos. Dos horas después hay que volver a medirse la glucemia y tomar decisiones en función de dicho valor.

Por lo dicho la respuesta número 1 sólo sería válida si realmente quisiéramos cambiar de menú, pero por cualquier otro motivo en el que nunca se encontraría la diabetes. La número 2 sólo sería válida si realmente quisiéramos llamar la atención delante de nuestro jefe. La número 4 sería válida si no quisiéramos beber vino, acto que realizado con moderación dicen que es incluso cardiosaludable.

Finalmente la número 5 supondría casi seguro un pico postprandial por encima de 300 mg/dL. Un usuario de bomba de insulina  utilizaría un bolo en modo dual, con un bolo inicial y posteriormente uno cuadrado (una infusión mantenida de insulina durante un determinado tiempo). Esta opción podría simularse mediante inyecciones de insulina con un primer pinchazo antes de comer y otro una hora después, si bien el efecto no sería el mismo. A falta de bomba, lo mejor sería realizar un control de glucemia a las dos horas y en función del resultado obtenido corregir.

Fuente: Revista “Entre Todos” nº72  Caso realizado por el Dr. Roi Piñeiro. 

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