¿Cómo ayudo a mi hijo a asumir su diabetes?

Cómo ayudo a mi hijo a asumir su diabetes

En todo momento, tanto en el diagnóstico como más adelante, es muy importante que el niño perciba que se le valora independientemente del tener diabetes. Que vuestro hijo vea que estáis a su lado, tanto de forma física como emocional.

Es importante que os vea tranquilos, aunque estéis serios y preocupados. Resolvedle todas las dudas que le puedan surgir sobre su diabetes. ¿Qué es la diabetes? ¿Me voy a curar? ¿Por qué tengo yo diabetes?

Es normal que tengan dudas e incluso miedos que han de atajarse para evitar su sufrimiento. En este sentido es importante que exprese sus emociones, y para ello es fundamental que os pongáis en su lugar y tratéis de averiguar qué siente hablando con él. Si quieres saber cómo está tu hijo, pregúntaselo.

Además, hay que trabajar desde el principio para favorecer su futuro autocuidado, o lo que es lo mismo, la independencia de vuestro hijo en el cuidado de su diabetes. Y en este aspecto vuestro papel es fundamental. A continuación se incluyen una serie de pautas que pueden resultar útiles para posibilitar este objetivo:

  • Intentar que el estado emocional y las conductas de los padres no repercutan en la dinámica familiar. En este sentido, es importante que el resto de los hermanos no sientan que ahora ya no se les hace tanto caso como antes, dando lugar a algunos desequilibrios dentro de la familia (por ello en algunas ocasiones un hermano puede transmitir el deseo de tener diabetes). Habría que tratar al niño con diabetes como a uno más dentro de la familia.
  • Es necesario que os desahoguéis tras el impacto del diagnóstico, que os permitáis sentir y expresar todo tipo de emociones (tristeza, ansiedad, preocupación, ira), esto es bueno y ayuda a asimilar la nueva situación. Por otro lado, es muy importante que vuestro hijo perciba normalidad y para ello se ha de evitar que presencie este tipo de estados emocionales negativos. De esta manera, se evitarán preocupaciones y culpabilidades innecesarias.
  • Apoyo social, es importante que lo busquéis en médicos, educadores, psicólogos, que os puedan ayudar a resolver las dudas de cualquier tipo que os plantee la enfermedad, y, por supuesto, una vez más, continuar con la vida tal y como era antes del diagnóstico.
  • No hay que dejarse abrumar por los conocimientos previos sobre la enfermedad, así como las opiniones de personas que puedan tener un conocimiento muy limitado sobre la diabetes y que no suele corresponderse con la realidad. Por eso es importante que cualquier tipo de duda sea consultada con el equipo diabetológico.
  • En la medida de los posible, intentar continuar realizando las mismas actividades, trabajos, tareas y pasatiempos que realizabais antes del diabgnóstico, pasa así normalizar la nueva situación y distraeros antes los pensamientos obsesivos que puedan surgir acerca de la enfermedad.

Si a vuestro hijo le acaban de diagnosticar, hay que darle (y daros) tiempo, intentando aprender con serenidad y poco a poco sobre el tratamiento. Es aconsejable que ambos padres compartan el aprendizaje, así como con otros familiares que os puedan ayudar en el tratamiento. Hay que volver cuanto antes a hacer vida normal y pensar que tanto vosotros como vuestro hijo, conserváis muchísimo más d elo que habéis podido perder.

Y los padres ¿Cómo podemos ayudarnos en estos primeros días?

El momento del diagnóstico es difícil, duro y pesado, ya que supone una alteración de la salud de una de las personas que más queréis, vuestro hijo. No obstante, hay algunas ayudas para sobrellevar estos días de la mejor manera posible.

  • Si tenéis ganas de llorar, llorad. Es lógico que tengáis ganas de hacerlo. Eso sí no delante de vuestro hijo, pues sentirían que la situación os desborda y se alarmaría pensando que esto es más grave de lo que parecía, generándoles mucha inseguraidad y miedo sobre lo que les ocurre.
  • No te quedes con dudas. No tengas miedo a preguntar, comparte lo que sientes y piensas. Esto ayuda a ordenar las ideas para poder tomar decisiones.
  • Date un tiempo prudencial. Te lo puedes permitir y además es necesario. Date un tiempo para aceptar la nueva situación familiar.
  • Es normal que te equivoques: permítetelo. Esto es un proceso de aprendizaje. Si te equivocas, la próxima vez ya sabrás cómo actuar. Tiene una glucemia de 300… y piensas…”¿Por qué no le puse más unidades de insulina para tomar el bocadillo?”
  • Aprende poco a poco. El aprendizaje en ese momento del debut es exclusivamente el de supervivencia. Todo lo demás deberá ser progresivo.

Olga Sanz Font

Psicóloga A.D.M.

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