
Los cambios de temperatura pueden modificar la insulina, así que es necesario tomar ciertas medidas, la que no estés usando déjala en el frigorífico a una temperatura de 2 – 8°C.
Evita las temperaturas extremas. La insulina se congelaría si la temperatura es más baja o podría estropearse si está en contacto con los rayos solares durante mucho tiempo, no funcionará de la misma forma en tu organismo.
Si la insulina ha cambiado de color o detectas que hay partículas sólidas debes desecharla.
Después de abrir el frasco de insulina, puede conservarse a temperatura ambiente hasta un mes. Una vez que haya transcurrido este tiempo, deséchala.
La insulina cuanto mayor sea la temperatura a la que se conserva, más rápida será la absorción, la temperatura de la piel influye en la velocidad de absorción de la insulina.
La que está en uso, si la va a llevar encima no es necesario tener ninguna bolsa especial, es decir, no debes dejarla en el coche a 40º en verano y -3º en invierno… Para evitar problemas, nos puede dar seguridad transportarla en bolsas especializadas para ello.
En la tienda online de Asociación Diabetes Madrid puedes adquirir este tipo de bolsas isotérmicas. Recuerda que el valor de tu compra se destina íntegramente a la educación, información, acompañamiento y defensa de las personas con diabetes y sus familiares.