La práctica del ayuno ha sido muy común a lo largo de la historia y sus motivaciones han estado relacionadas con aspectos espirituales, religiosos y políticos. El ayuno está asociado a la noción de frugalidad; cualidad de ser económico en el uso de recursos consumibles como lo es la comida. Actualmente la práctica de ayunar ha vuelto a estar presente en nuestro contexto y se ha vinculado más a conceptos de salud-enfermedad y es considerado una alternativa más en los procesos de pérdida de peso, concretamente la variante denominada “ayuno intermitente”. Pero ¿Qué sabemos del ayuno intermitente en la población con diabetes?
El ayuno intermitente se define como un régimen de alimentación que alterna entre periodos de alimentación y periodos de ayuno voluntario o de una ingesta de pocas calorías (1). También se describe como la abstinencia voluntaria de comida y bebida durante un periodo determinado de tiempo, habitualmente entre doce horas y tres semanas. Actualmente, están referenciados seis tipos de ayuno intermitente (2)*
- “De tiempo restringido de alimentación (TRF)”. Con una duración de entre 16 y 18 horas de ayuno y se realiza todos los días.
- “Alternando días de ayuno”:Con una duración de 24 horas y donde se consume una comida de aproximadamente 500 kilocalorías en un período medio de 12 horas.
- “5:2 diet”: Con una frecuencia de dos veces por semana y una duración de 24 horas. Aquí se consume una comida de entre 500 a 600 kilocalorías en el día de ayuno.
- “Ayuno semanal de un día”. Con una frecuencia de una vez por semana y una duración de 24 horas y consiste en beber únicamente agua.
- “Dieta de imitación rápida (FMD)”: ocurre una vez al mes y dura 120 horas (cinco días) y es una dieta baja en calorías, sin ayuno y de tipo cetogénica.
- “Diez días de zumo”: Con una duración de 240 horas (10 días) y donde se permite el consumo de zumos o caldos, pero no comida sólida.
* Traducción propia de Grajower, 2019.
En todos los tipos de ayuno anteriormente mencionados, se pueden consumir cantidades ilimitadas de líquidos muy bajos en calorías como agua, café, té, caldos ligeros, y por lo general se recomienda un multivitamínico para proporcionar los nutrientes necesarios (1).
Ventajas del ayuno intermitente: restricción calórica y “switch metabólico”
El ayuno intermitente ha referido ventajas en las que destacan la disminución de la resistencia a la insulina, el aumento de la sensibilidad a la insulina y la disminución de los niveles de insulina elevados, dando como resultado una mejora en la glucosa postprandial y en la pérdida de peso. Asimismo, existen estudios que refieren la mejora de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca en reposo (3).
La restricción calórica que se produce en el ayuno intermitente, además de promover la pérdida de peso, produce una modulación de los sensores nutricionales, los cuales desencadenan una serie de procesos que conducen a una reparación celular y a una mayor resistencia al estrés. Este sistema es complejo y sensible a la cantidad de nutrientes consumidos y se denomina “switch metabólico” (3).
Por ejemplo, las “Dietas de imitación rápida» (FMD) descritas anteriormente donde durante cinco días al mes se restringen significativamente el aporte energético, han mostrado aumentar la regeneración celular en humanos y disminuir el riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular y cáncer. Esto se produce debido a esta modulación de los sensores nutricionales anteriormente mencionados (2).
Ayuno intermitente en diabetes tipo 2
En las personas con diabetes tipo 2 (DM2) que practican ayuno intermitente, el switch metabólico es más difícil que se produzca, ya que existe resistencia a la insulina y/o niveles de insulina elevados. Si se desea comenzar con la práctica del ayuno intermitente en cualquiera de sus modalidades, es necesario que se acuda a un profesional de la salud para realizar los ajustes necesarios y evitar complicaciones. Esto debido a que es importante prestar atención diversos aspectos como: el ajuste de medicamentos, la frecuencia de medición de glucosa y el consumo de líquidos, pues puede existir el riesgo a sufrir deshidratación, hipotensión y las variaciones significativas de glucemia pueden ocasionar complicaciones microvasculares como una retinopatía o daños macrovasculares como lo es la cardiopatía (3). Asimismo, deben realizarse los ajustes necesarios de fármacos hipoglucemiantes como las sulfonilureas y las meglitinidas (3).
La pérdida de peso a través de la restricción calórica del ayuno intermitente puede representar una alternativa al método clásico de patrón de dieta hipocalórica, siempre que sea viable y ajustado al contexto de la persona, a su tratamiento actual, a su salud mental y a no ocasionar más obstáculos que ventajas a lo largo de su práctica. La reducción de peso a través de una alimentación saludable en personas con y sin diabetes tiene diversas ventajas metabólicas. Según el estudio “Predimed” (4) el perder 10% del peso corporal tiene los siguientes beneficios: 30 % menos mortalidad por diabetes, obesidad y cáncer, 50% menos de glucosa en ayuno,10% menos de colesterol total,15% menos de colesterol LDL, 30% menos de triglicéridos, 8% más de colesterol HDL y menos 10 mmHg de TA. Los ayunos intermitentes han mostrado una disminución de peso y grasa corporal, así como niveles de glucosa e insulina. En este sentido, algunos estudios han mostrado que, comparando la pérdida de peso utilizando dietas bajas en calorías y ayuno intermitente después de tres meses, los resultados son similares (3).
La reducción de los niveles de insulina y de la resistencia de esta hormona en una persona con DM2 tiene interés porque ocasiona ventajas metabólicas y clínicas significativas. Si no se reduce la concentración de insulina, no se mantendrá la disminución de grasa corporal y no disminuirá la producción de glucosa. El ayuno intermitente comparado con la restricción calórica mejora la resistencia a la insulina, la respuesta de células B, la presión arterial y el apetito (3).
Diabetes tipo 1
Al igual que en la DM2, en el caso de la diabetes tipo 1 (DM1) es importante vigilar el ajuste de medicamentos, la monitorización glucémica y el consumo de líquidos cuando se lleva a cabo un protocolo de ayuno intermitente. El ajuste de pauta de insulina de acción prolongada o de los tramos de insulina basal si se cuenta con infusión continua de insulina, deberá ser realizado por el equipo médico y acorde al tipo de ayuno intermitente que se ha decidido seguir. Por su parte, la insulina de acción rápida o ultrarrápida deberá eliminarse si en los períodos o ventanas de ingesta no se consumen hidratos de carbono(5).
Es probable que las personas con diabetes tipo 1 puedan tener hipoglucemias al tener periodos de ayuno muy prolongados. Asimismo, las hiperglucemias podrían aparecer al no ajustar el medicamento adecuadamente y al tener periodos de alimentación con una carga elevada de hidratos de carbono (3). Por ello, es importante ajustar la insulina y contabilizar adecuadamente los hidratos de carbono y la insulina necesaria en los períodos de ingesta.
A modo de conclusiones
El ayuno intermitente ha demostrado ser efectivo en personas con DM1 y DM2 en unos pocos estudios en humanos (5,6). Sin embargo, actualmente no existen suficientes estudios sobre el ayuno intermitente realizados en personas con diabetes. Por lo que es importante dar recomendaciones y guías claras a los pacientes y elaborar un tratamiento personalizado e individualizado. Es importante mencionar que el ayuno intermitente está contraindicado en embarazadas, lactantes, personas con diagnóstico o sospecha de trastorno de la conducta alimentaria o demencia subyacente. Asimismo, las personas que han tenido un trasplante renal donde los inmunosupresores varían, no es recomendable hacer ayuno intermitente (3).
El ayuno parece tener hallazgos prometedores, es importante ser prudentes y continuar realizando estudios a largo plazo. Los beneficios del ayuno intermitente incluyendo la disminución del riesgo cardiovascular deben ser todavía probados en humanos. En casos de diabesidad, el ayuno intermitente puede ser una modalidad distinta frente al método clásico. Es importante que los profesionales de la salud observemos detenidamente el seguimiento de los pacientes con esta práctica y los acompañemos con educación diabetológica, escucha, empatía, observación y cautela.
Todavía quedan por hacer más estudios de ayuno intermitente con personas con diabetes; observar qué fenómenos metabólicos se producen, cuáles son las rutas metabólicas que se estimulan y cuáles son los resultados de los biomarcadores a corto, mediano y largo plazo. Es importante vigilar los ajustes de medicación, sobre todo de las que producen mayor probabilidad de hipoglucemias (sulfonilureas y meglitinidas) y la propia insulina. También es relevante monitorizar la glucemia y regular la ingesta de líquidos. En pediatría, pero también en adultos, no es recomendable llevar el ayuno a largo plazo por malnutrición.
Finalmente, agregar que si una persona con diabetes quiere poner en práctica el ayuno intermitente debe acudir a una/un dietista-nutricionista para planificar adecuadamente sus ingestas. Como hemos visto anteriormente, se realiza una amplia ventana de ayuno en el día y otra ventana de alimentación de menos horas en las que se deben realizar las comidas de ese día. En consecuencia, las calorías totales que debe tomar una persona deben repartirse de la mejor manera en varias comidas que realizará en la “ventana” de alimentación. El acompañamiento y la supervisión de una/un dietista-nutricionista asegura que no se reduzcan o excedan las calorías en los períodos de ingestas, pero, sobre todo, que esta alternativa alimentaria se adecúe a la realidad y contexto de cada persona. El ayuno intermitente aún sigue su historia de éxito en libros y publicaciones y continúa rodeado de un aura de algo mágico; lo importante es conocer que no es algo nuevo, que viene de tiempo atrás y que aún queda un gran territorio por explorar.
1.Intermittent Fasting: What is it, and how does it work? https://www.hopkinsmedicine.org.Available at: https://www.hopkinsmedicine.org/health/wellness-and-prevention/intermittent-fasting-what-is-it-and-how-does-it-work. Published 2020. [Accessed March 2021].
2. Grajower, M. M., & Horne, B. D. (2019). Clinical Management of Intermittent Fasting in Patients with Diabetes Mellitus. Nutrients, 11(4), 873. https://doi.org/10.3390/nu11040873
3. Ponencia:“Ayuno intermitente”. Dra. Clotilde Vázquez Martínez. Congreso virtual de la Sociedad Española de Diabetes. Madrid. Junio, 2020.
4. Ros, Emilio (2017). The PREDIMED study. Endocrinología, Diabetes y Nutrición, 64(2), 63–66. doi:10.1016/j.endinu.2016.11.003.
5. Fasting-Mimicking Diet Promotes Ngn3-Driven B-cell Regeneration to Reverse Diabetes. Cheng et al. Cell. 2017
6. l-Ozairi E, El Samad A, Al Kandari J, Aldibbiat A. Intermittent Fasting Could Be Safely Achieved in People With Type 1 Diabetes Undergoing Structured Education and Advanced Glucose Monitoring. Front Endocrinol (Lausanne). 2019;10.
Autoras: Daniela Gil Saca, Karla Meneses y Rocío Maraver
Dietistas Nutricionistas
@lamesa.azul
www.lamesazul.com
(Publicado en la Revista Entre Todos. Si quieres recibir o descargar la revista, hazte socio)