
La diabulimia es un término utilizado para describir un trastorno de la alimentación en el cual la estrategia para perder peso incluye una omisión o disminución significativa de la dosis de insulina en pacientes con diabetes mellitus de Tipo 1. Resulta necesario advertir de los peligros de esta práctica, dado que estos pacientes con este tipo de diabetes necesitan inyectarse insulina a diario para el control de los niveles de glucosa en sangre.
Se reconoce que es la segunda estrategia más utilizada por estos pacientes para perder peso, después de las dietas. A estos pacientes se les puede reconocer por su irregular patrón de alimentación en el que restringen tremendamente la comida que ingieren, evitando alimentos dulces o altamente calórico y se saltan algunas de las comidas regulares del día. A ello se une que, producto de las propias restricciones, experimentan episodios de atracones que luego compensan restringiendo la dosis de insulina.
En secreto, la supresión de la insulina es percibida inicialmente como una experiencia positiva, pues permite adelgazar al paciente sin efectos secundarios apreciables y usualmente la pérdida de peso es reforzada por los elogios de la familia.
El principal problema es que no se reconoce como un trastorno de alimentación. Expresiones como “mi problema no es como el de ellos, yo no vomito” refuerzan la sensación de ser diferentes.
Esto impide a los pacientes ganar conciencia de la magnitud del problema y pasar desapercibida para la familia y amigos. Muchos pacientes no se sienten identificados con otras personas que reciben ayuda para tratar trastornos de alimentación como la anorexia, la bulimia, los atracones o el comer nocturno.
El paciente con diabulimia se “engancha” a este comportamiento, poniendo en peligro su salud e integridad física. Los comportamientos de obsesión, impulso, engaño y manipulación son similares al del paciente con trastornos de la conducta alimentaria y adicciones a sustancias/comportamientos.
Es necesario que el paciente venza la negación y reconozca el problema, tanto a nivel individual como grupal: “padezco diabulimia”. De esta forma pueden cambiar la imagen de diabulímicos “en activo” a “en recuperación”.
Para ello resulta necesario crear los foros de divulgación necesarios y la educación tanto de pacientes y familiares que sean capaces de identificar e identificarse con el problema. También resulta necesario brindar información a los profesionales vinculados a la atención del paciente con diabetes y a sus familiares sobre este problema.
Boris C. Rodríguez
Master en Psicología Médica y Doctor en Psicología Clínica y de la Salud