Enfermedades prevalentes en la piel en diabetes

Las importantes funciones de la piel

La piel, a través de sus receptores en las terminaciones nerviosas, le otorgan sensibilidad para percibir el contacto físico, el calor, el frío, la presión y el dolor. La melanina presente en ella la protege de las radiaciones solares. Las agresiones químicas o físicas producen irritación y dolor que alertan de posibles efectos nocivos y facilitan retirarse rápidamente del agente causante. Regula la temperatura corporal, dilatando o contrayendo su sistema circulatorio frente al frío o el calor excesivos, a ello ayudan las glándulas sudoríparas que, a la vez que actúan como reguladoras entre el cuerpo y el exterior, también excretan toxinas de desecho del metabolismo.

Dado que la piel está permanentemente en contacto con el exterior, está lubricada por las glándulas sebáceas, que evitan la pérdida del manto ácido y la alteración de su pH normal. Tiene otras funciones esenciales como la de protección frente a agentes patógenos (microorganismos) pues contiene sustancias activas que destruyen bacterias. Es una vía de administración de medicamentos. Interviene rápidamente en la defensa de ataques alergénicos de pólenes, sustancias venenosas, alimenticias o fármacos, movilizando el sistema inmunitario. Es capaz de sintetizar la vitamina D en presencia del sol y, entre otras funciones más, puede manifestar externamente enfermedades que afectan a otros órganos internos, dando señales de alerta mediante cambios en el color, olor, sequedad por deshidratación, fiebre, etc.

¿Cómo afecta la diabetes a la piel?

La diabetes afecta a determinados órganos según el tiempo transcurrido desde el diagnóstico, la genética de cada individuo o el mantenimiento de valores elevados de glucosa en sangre. El sistema circulatorio, las grandes arterias y venas, pero también las pequeñas vénulas y arteriolas se van a ver comprometidas afectando a la microcirculación y, por tanto, a la oxigenación de los tejidos y los factores de defensa. Estas alteraciones pueden afectar a todo el sistema nervioso provocando cambios en la regulación del sudor que, en exceso, provoca maceración y grietas que son susceptibles de infecciones por levaduras (cándida) y sobreinfecciones bacterianas. También lo contrario, produciendo sequedad y falta de lubricación, originando descamación y picor, y la hace propicia a lesiones por rascado, laceraciones e infecciones. Otras afectaciones son adelgazamiento de la piel, cambios a una coloración blanquecina, enrojecida o marrón que se observa principalmente en las extremidades inferiores, aunque también en otras partes del cuerpo.

Un 30% de personas con diabetes tendrá, en el momento del diagnóstico, algún problema en la piel incrementando el porcentaje a lo largo de toda su vida. Lo positivo es que se pueden evitar o tratar fácilmente la mayoría de ellos si son detectados a tiempo con una buena prevención.

Enfermedades prevalentes cutáneas en diabetes 

Acantosis nigricans. Es el ennegrecimiento de la piel localizado en zonas de pliegues cutáneos con engrosamiento y coloración oscura y aterciopelada consecuencia de malos controles glucémicos.

Xantomas eruptivos. Son pequeños nódulos de unos 5 mm de diámetro debidos a acúmulos de colesterol en la piel. Se relacionan con el mal control de la diabetes y el aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos. Desaparecen tras normalizar los lípidos.

Granuloma anular. Es una protuberancia en forma de anillo de color de la piel o rojiza que aparece en manos o pies y pueden desencadenarse sobre una lesión o por algunos medicamentos. Suele desaparecer en unos dos años. Si molesta el médico puede ofrecer un tratamiento que acorte ese tiempo.

Dermopatía diabética o manchas cutáneas diabéticas. Elcomienzo en una zona enrojecida que evoluciona a coloración marrón. Se da con más frecuencia en personas ancianas por pequeños traumatismos. En la DM se relaciona con la microangiopatía (neuropatía, nefropatía y retinopatía) por larga evolución de la diabetes. No precisan tratamiento.

Necrobiosis lipoídica. Es un trastorno raro que afecta sobre todo a mujeres jóvenes con DM tipo 1 con retinopatía y neuropatía. Suele empezar en la cara anterior de las piernas en forma de una placa rojiza que va aumentando de tamaño, se oscurece a marrón y puede ulcerarse. 

Esclerodermia. Son áreas de engrosamiento de la piel sobre todo en la espalda o el cuello en el lugar donde previamente hubo infecciones cutáneas. Afecta a personas con diabetes de muchos años de evolución, generalmente obesos y con complicaciones cardiovasculares. No produce molestias y no tiene tratamiento. 

Bullosis diabeticorum. Son ampollas de aparición espontánea en personas con DM sobre la piel sana de antebrazos, piernas, pies y dedos.  No suele producir molestias y, salvo que se infecten, desaparecen en menos de un mes, dejando a veces una cicatriz residual. No hay tratamiento específico. Únicamente precisa reposo, antisépticos locales y a veces antibióticos si hay infección.  No influye el control de la glucosa en su evolución.

Piodermitis. Afectación cutánea causada por microorganismos patógenos. Es laalteración más frecuente. Se manifiesta por impétigo, celulitis, erisipela, gangrena, forúnculos, ántrax, orzuelos (en las glándulas de los párpados) lesiones por rascado, golpes y otros. Estas infecciones suelen ser causadas por bacterias y los síntomas pueden ser dolor, enrojecimiento e inflamación con la zona caliente. Son varios los microorganismos responsables, entre ellos Staphylococcus aureus que es el más común, pero también los Streptococcus pyogenes y otras especies bacterianas.

Entre las infecciones por hongos, la más frecuente es la levadura Cándida albicans. Suele producir sarpullido con picor, inflamación, descamación y a veces fisuras. Con frecuencia se presentan en las zonas más calientes y húmedas del cuerpo como en pliegues, debajo de las mamas, en las ingles y lugares de roce. También alrededor de las uñas (paroniquia), entre los dedos de los pies (pie de atleta), en la comisura de la boca (boqueras), en la mucosa de la boca, de la vulva (vulvovaginitis) o en el surco balanoprepucial del pene (balanitis). Si existe cualquier lesión, debe ser consultada con el personal sanitario, pues podría ser necesaria una valoración especializada y un posible tratamiento con fármacos.

Otras alteraciones de la piel son secundarias a la mala circulación arterial: atrofia cutánea, piel fina y brillante, caída de vello en las piernas, anomalías en la forma y el brillo de las uñas. El engrosamiento y endurecimiento de la piel de dorso de manos y pies puede dar lugar a cierta limitación en la movilidad de las articulaciones de dichas zonas. La DM tipo 2 desarrolla con más frecuencia lesiones en la piel asociada a infecciones. La DM tipo 1 está más relacionada con lesiones cutáneas del tipo autoinmune.

Las personas con diabetes, dado que tienen previamente alterado su patrón autoinmune, están expuestas a que las infecciones de cualquier tipo sean más difíciles de tratar.

Cuidados generales de la piel. Prevención.

Cuidar la piel es un trabajo sencillo, aunque se le debe dedicar el tiempo que precisa a diario, lo cual puede ayudar a evitar o retrasar la aparición de complicaciones.

Los aspectos a tener en cuenta son: 

  • No exponer el cuerpo al agua muy caliente, deberá estar templada (35ºC) y el tiempo del baño o ducha no debe prolongarse más de 5 minutos. La insensibilidad térmica puede ocasionar quemaduras, más frecuentes en los pies. Como consecuencia del exceso de humedad se produce maceración de los pliegues, picor y rascado, con lo que se rompe la barrera cutánea y la posible aparición de infecciones. Por tanto, es imprescindible un buen secado después del baño, especialmente entre los dedos, axilas, ingles, glúteos y debajo de los pechos.
  • Se deben utilizar jabones con pH neutro, sin perfumes ni antisépticos (eliminan la flora bacteriana cutánea normal y secan la piel) y es conveniente usar manoplas de algodón y no frotar las diferentes áreas de piel (aseo por arrastre), secar cuidadosamente con toalla suave, posteriormente utilizar cremas emolientes no perfumadas que hidratan y suavizan la piel después del baño.
  • Se deben mantener las uñas cortas (bien limadas) y limpias porque si existiese picor así se evitan lesiones de rascado. Realizar los cuidados indicados para los pies en las revisiones sanitarias y derivación a los/las profesionales de dermatología, podología, ortopedia o traumatología ante malformaciones. Extremar las medidas de higiene, como es el lavado de manos, sobre todo en la punción en los dedos, para la determinación de controles de glucemia capilar. 

El paciente no debe automedicarse y eso incluye el uso de cremas que contengan fármacos, sobre todo corticoides, pues su utilización, si es prolongada, debe realizarse bajo control facultativo por el riesgo de que su absorción a través de la piel produzca efectos indeseables.

  • Evitar la exposición al sol o sin la adecuada protección con factor 30-50. Conviene utilizar ropa holgada de algodón o tejidos naturales, que permite la libre circulación del aire entre la piel y la vestimenta al tener éstos mayor absorción; procurar también que ésta no lleve gomas que compriman. Vestido y calzado deben cambiarse cuando estén húmedos por el sudor.
  • En aquellas personas inmovilizadas, realizar con frecuencia cambios posturales para liberar las zonas de presión y evitar las úlceras de decúbito.

Hay que recordar que el mejor cuidado para la piel es mantener un buen control de la diabetes con niveles adecuados de glucemias, no ingerir tóxicos como tabaco, alcohol u otras drogas y consultar sin demora a los servicios sanitarios si se produce alguna alteración para que sea valorada y si es preciso, pauten el tratamiento adecuado.

Autores: Susana Montero, Javier Camacho, Luis Huerta y Pilar Ledo
Profesionales de enfermería de Atención Primaria. SERMAS
(Publicado en la Revista Entre Todos. Si quieres recibir o descargar la revista, hazte socio)

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