Hidratación en personas con diabetes

Hidratación en personas con diabetes

Teniendo en cuenta que nuestro cuerpo está formado por un 75% de agua, sabemos lo importante que es mantenernos bien hidratados y reponer el agua que vamos eliminando a través de la orina y el sudor con la consiguiente pérdida de electrolitos.

En estos meses de intenso calor, es necesario reponer líquidos más a menudo que en cualquier otra estación. Sin el nivel de hidratación adecuado corremos el riesgo de deshidratarnos con consecuencias bastante importantes.

Es recomendable beber entre 1,5 y 2 litros diarios e imprescindible hacerlo en los días excesivamente calurosos y en este verano, llevamos ya unos cuantos.

Las personas con diabetes si mantenemos niveles elevados de glucosa en sangre tenemos un mayor riesgo a sufrir deshidratación. Con una glucemia alta, los riñones eliminan este exceso de azúcar a través de la orina, por tanto es imprescindible ingerir líquidos aun cuando no se tenga sed. Esto sucede igualmente en verano y en invierno, pero con el agravante de que cuando las temperaturas son tan elevadas con un calor insoportable sudaremos más y estaremos perdiendo más líquidos en nuestro organismo.

Si no estamos bien hidratados podemos observar los siguientes síntomas:

  • Cansancio o fatiga
  • Sequedad en la boca y mucosas
  • Falta de concentración
  • Mareos y dolores de cabeza
  • Más sed
  • Piel reseca

Es recomendable reducir las actividades físicas al aire libre en las horas de más calor, de 12 a 18 h de la tarde puesto que el riesgo de sufrir un golpe de calor aumenta. En cualquier caso si se realiza aún fuera de las horas de más calor, es necesario hidratarse antes de comenzar, mientras se está realizando y cuando hayamos terminado de practicarlo.

En el color de la orina podemos también observar nuestro estado de hidratación. Si tiene un color claro no debemos preocuparnos pero si el color es oscuro deberemos beber más líquido.

Para estar bien hidratado lo más recomendable es ingerir agua, antes que bebidas con cafeína como café, refrescos de cola o té y no consumir bebidas alcohólicas.

Podemos tomar infusiones calientes o con hielo, que a lo mejor son más apetecibles en verano además de una correcta ingesta de frutas y verduras con alto contenido en agua.

La sandía y el melón son una buena alternativa y también el kiwi, manzana, naranja… Entre los vegetales, preferiblemente los de hoja verde , así como el pepino y el tomate que tienen también un alto porcentaje de agua.

Teniendo diabetes, cuidado con los zumos de frutas que aunque puedan ser recomendables para mantener una buena hidratación, también van a elevar nuestra glucosa en sangre. Es preferible masticar una naranja o mandarina, antes que hacernos un zumo ya que gracias a la fibra que contienen, van a ralentizar la absorción de glucosa en la sangre, lo que impedirá que se provoque una hiperglucemia rápida.

No esperemos a tener sed para beber, tengamos cerca siempre una botella de agua para mantener una correcta hidratación y un estilo de vida saludable, especialmente en verano pero también en cualquier época del año.

Publicado en Alimentación, Destacados, Educamos, Información diabetes tipo 2, Información insulinodependientes y etiquetado , , .