
Se considera como luna de miel aquel periodo de tiempo que tiene lugar en los primeros meses tras el debut de la diabetes donde la persona presenta muy buenos controles de glucemia a pesar de utilizar dosis bajas de insulina, desde luego muy inferiores a las que utilizará en el futuro cuando la reserva pancreática de insulina se haya agotado completamente.
¿Por qué se produce este fenómeno?
Este fenómeno es consecuencia de dos alteraciones metabólicas que tienen lugar al inicio de la diabetes, por un lado la toxicidad de la glucemia sobre las células betas del páncreas y por otro lado la resistencia a la insulina por parte de algunos tejidos de nuestro organismo.
Las semanas o meses previos al debut de la diabetes suelen presentarse niveles muy elevados de glucosa, que son los causantes de los síntomas capitales de la diabetes, poliuria y polidipsia, estos elevados niveles de glucosa son tóxicos para las células beta, las células productoras de la insulina en el páncreas.
Tras el inicio del tratamiento de la diabetes, los niveles de glucosa disminuyen lo que produce una franca mejoría en el funcionamiento de las células beta que aún quedan en el páncreas, permitiendo la liberación de insulina y facilitando la normalización de los niveles de glucemia a pesar de administrar dosis relativamente bajas de insulina.
En paralelo con este fenómeno existe otro que también produce un aumento en la sensibilidad a la insulina por parte de las células del organismo. Nuevamente en los días o semanas previas al debut mientras el niño presenta un cuadro de deshidratación y cetoacidosis existen una serie de mecanismos que producen resistencia a la insulina por parte de algunos tejidos de nuestro organismo, es decir, se crea una situación en la que se necesitan dosis más altas de insulina para que esta pueda realizar sus funciones. Entre los causantes de esta resistencia están el aumento de los ácidos grasos libres que son el producto de la degradación de las reservas grasas del organismo (lipolisis). Este aumento de los ácidos grasos es el responsable de la generación de cuerpos cetónicos tan frecuentes en el debut de la diabetes o en los episodios de descompensación de la diabetes. Pues bien estos ácidos grasos son utilizados por determinadas células del organismo como fuente de energía, provocando resistencia a la insulina. También, como consecuencia de la enfermedad se produce un aumento de determinadas hormonas de estrés (corticoides, catecolaminas, hormona de crecimiento) que provocan resistencia a la insulina. Nuevamente con la instauración del tratamiento con insulina, se disminuye la degradación de grasas, bajan los niveles de ácidos grasos libres, lo que junto con la mejoría clínica produce la normalización de las hormonas relacionadas con el estrés y se produce una mayor sensibilidad a la insulina, por lo que para un mismo efecto se necesita menos insulina. En resumen, podemos ver que la reversión de estos dos fenómenos, toxicidad sobre las células beta del páncreas y disminución de la resistencia periférica a la insulina, son lo que permite una menor necesidad de insulina.
Este hecho nos obliga a ser previsores, ya que sino consideramos este fenómeno existe riesgo de hipoglucemias más o menos graves, pues en cuestión de pocos días pasaremos de una situación donde se necesitan dosis altas de insulina a otra donde las necesidades de insulina puedan disminuir hasta un 50% o más, por lo tanto debemos ajustar muy bien las dosis.
¿Cuánto dura el periodo de luna de miel?
La duración del periodo de luna de miel es muy variable oscilando desde unas pocas semanas a varios meses, incluso en algunos casos varios años. Generalmente los niños suelen presentar un periodo de luna de miel más corto que los adolescentes o adultos jóvenes. También conviene remarcar que no todas las personas presentan este fenómeno, así hay algunos casos donde quedan muy pocas células beta y no se produce dicho fenómeno.
¿Aporta alguna ventaja el periodo de luna de miel?
Desde mi punto de vista, quizá la mayor ventaja que aporta es la de tener unos controles muy buenos con dosis bajas de insulina. Esto permite, en primer lugar tener controlada la diabetes con dosis bajas de insulina y por lo tanto menor riesgo de hipoglucemias, en una época en la que la persona está en fase de aprendizaje. Esto también facilita que la formación diabetológica pueda hacerse en su domicilio, sin necesidad de estar ingresado durante largo tiempo para poder hacer la formación necesaria para el autocontrol de la diabetes. A su vez nos permite que el niño o adolescente y su familia se vayan familiarizando a su nueva situación en unas condiciones, por decirlo de alguna forma, de bajo riesgo.
¿Existe alguna complicación como consecuencia del periodo de luna de miel?
Desde el punto de vista estrictamente clínico no presenta ninguna complicación, sin embargo a veces puede producir una falsa percepción de curación y por lo tanto de relajación en las medidas de tratamiento de la diabetes. Esto es especialmente cierto en los adolescentes, el ver que pueden manejar la diabetes sin grandes cuidados de la dieta, con poca insulina, e incluso dándose el caso de que sin ponerse insulina vean que sus controles son normales, puede dar lugar a una falsa percepción de curación y rechazar todas las recomendaciones médicas prescritas, lo que puede tener graves consecuencias. El final del periodo de luna de miel y la vuelta a unas dosis más altas de insulina, peores controles, etc. puede provocar una cierta depresión y rechazo de la enfermedad. Por lo tanto debe quedar muy claro para el niño o adolescente y su familia, que el periodo de luna de miel es temporal y que de ninguna forma significa curación de la enfermedad.
Bartolomé Bonet
Jefe de Servicio de Pediatría. Hospital Can Misses (Ibiza)