Menopausia y diabetes

14 de Noviembre, Día Mundial de la Diabetes.

“Jornada práctica y actualizada de educación terapéutica en diabetes”, a las 10:15 Sistema hormonal femenino, ginecología y diabetes.

Dr. Jordi Bellart Alfonso. Especialista en ginecología y obstetricia. Consultor del Servicio de Medicina Maternofetal del Hospital Clinic de Barcelona, coordina el grupo de trabajo “Diabetes y embarazo” de la Sociedad Española de Diabetes.

Lugar de realización: Salón de Actos del Hospital de la Princesa ¿Cómo llegar?

PROGRAMA COMPLETO E INSCRIPCIONES HASTA EL 10 DE NOVIEMBRE 

SOLICITA INTERPRETE DE LENGUA DE SIGNOS. Oficina técnica del evento: Asociación Diabetes Madrid 915706243.

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La MENOPAUSIA significa el cese definitivo de la actividad ovárica y por tanto, de la menstruación. La edad media de aparición de la menopausia son los 50 años, ocurriendo en la mayoría de los casos entre los 45 y 55 años. También existe la menopausia artificial o secundaria a cirugía con extirpación de ambos ovarios, radioterapia o quimioterapia.

En los últimos años se observa un interés científico creciente relacionado con la menopausia, debido a que al aumentar la expectativa de vida de forma significativa, las mujeres pasarán más años en este período y es importante no solo vivir más años, sino hacerlo con una calidad de vida adecuada. Por ejemplo, en España la expectativa de vida de las mujeres es de 83 años, por lo que, en promedio, cada mujer vivirá en este periodo 33 años, lo que representa el 40% de la vida.

En España hay más de 22 millones de mujeres, y según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de ellas, más de 8 millones tienen 50 años o más. Si tomamos en cuenta la prevalencia de Diabetes para las mujeres de ese grupo de edad, en España tendríamos aproximadamente 1 millón de mujeres con Menopausia y Diabetes.

Durante la vida fértil de la mujer, el ovario produce óvulos y hormonas entre las que destacan los estrógenos. Con la llegada de la menopausia, en el ovario dejan de producirse estrógenos, como consecuencia tenemos el cese de las menstruaciones, la imposibilidad de embarazarse, sofocos, irritabilidad, insomnio, tendencia a la depresión, dificultad en la concentración, disminución de la apetencia sexual, resequedad vaginal, cambios en la piel y en las uñas, tendencia a aumentar de peso, y disminución de la masa ósea (más tendencia a la osteopenia y osteoporosis).

Estas repercusiones no son bruscas sino que van apareciendo de forma solapada y con distinta intensidad en cada mujer.

La Perimenopausia incluye este período previo a la menopausia instaurada definitivamente y el primer año tras la misma.

SÍNTOMAS Y PATOLOGÍA DERIVADOS DE LA PERDIDA   HORMONAL EN LA MENOPAUSIA

     Alteraciones Vasomotoras (sofocos). Este síntoma aparece en el 75-80% de las mujeres menopaúsicas y se manifiesta en forma de oleadas de calor que se acompañan de sudoración y palpitaciones con sensación de angustia. Los sofocos pueden aparecer antes de la retirada definitiva de la menstruación, y pueden persistir en ocasiones, durante largos períodos de tiempo, aunque lo habitual es que desaparezcan, sin tratamiento y espontáneamente, en los dos o tres primeros años del cese hormonal.

Alteraciones Psíquicas. Nerviosismo, Irritabilidad, tendencia a la depresión, agotamiento, insomnio, dificultad en la concentración, emotividad fácil, disminución del interés por el sexo y diminución de la apetencia sexual. Las pacientes con diabetes tienen un riego mayor de presentar depresión y la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS), ha demostrado ser eficaz en la mejoría de este cuadro.

Alteraciones Cutáneas. El adelgazamiento gradual de la piel y su atrofia son cambios que tienen lugar con la edad. La deficiencia hormonal produce una disminución del contenido de colágeno de la piel y, por tanto, se vuelve más seca, fina y menos elástica.

Atrofia Génito-Urinaria. Se produce una disminución del trofismo de los órganos que dependen de las hormonas sexuales, afectando especialmente a la vagina y también a algunas estructuras del aparato urinario. El adelgazamiento y sequedad de las paredes vaginales puede dar lugar a dolor durante la relaciones sexuales, lo que produce ansiedad, disminución de la autoestima y problemas directos o indirectos de la pareja. Esta atrofia a nivel de la mucosa del aparato urinario puede producir o empeorar un problema de incontinencia de orina, así como una sintomatología tipo cistitis que afecta notablemente la calidad de vida de la mujer. En las pacientes con diabetes mal controlada son más frecuentes las infecciones vaginales por hongos y es necesario lograr un buen control metabólico, además de tratamiento farmacológico especifico.

Osteopenia y Osteoporosis. Es la pérdida paulatina de calcio en los huesos, que se acelera en los primeros años de la menopausia por el déficit de estrógenos. En el inicio de la enfermedad no se produce ningún síntoma, y a medida que ésta progresa, hay una tendencia a sufrir fracturas. Dependiendo de donde sea la fractura serán los inconvenientes y las limitaciones que se produzcan, lo que conlleva a una disminución de la calidad de vida, o complicaciones realmente serias para la salud de la mujer.

Enfermedad Cardiovascular. Las enfermedades de tipo vascular constituyen otro de los riesgos que la mujer debe afrontar con mayor frecuencia después de la menopausia. Se estima que alrededor de un 45% de las mujeres postmenopáusicas fallecen de infarto agudo de miocardio. La incidencia de enfermedades como infarto y angina de pecho, que en la mujer es menor que en el hombre, se iguala después de la menopausia. Pero en las pacientes con Diabetes el riesgo de muerte por enfermedad coronaria es 3 veces más alto que en mujeres no diabéticas. Es muy importante lograr un excelente control de los factores de riesgo cardiovascular modificables (sobrepeso, dislipemias, hiperglucemias, hipertensión arterial, tabaquismo, sedentarismo).

 

Tratamiento de la menopausia.

La finalidad de establecer un tratamiento en la menopausia viene dado por dos motivos: a) El tratamiento de los síntomas (por ejemplo: sofocos) y b) Prevención de las consecuencias debidas al déficit hormonal (por ejemplo: osteoporosis).

Al plantearse la necesidad de un tratamiento durante la menopausia, no podemos olvidar que el déficit hormonal, tiene repercusiones diferentes en cada mujer, lo que obliga a individualizar los tratamientos.

Pero no todas las mujeres necesitarán tratamiento hormonal, algunas de ellas solo requerirán de recomendaciones higiénico-dietéticas. En las mujeres que pueden beneficiarse del tratamiento farmacológico, habrá que estar seguros de que no tienen contraindicaciones para la medicación.

En los últimos años, se ha avanzado mucho en el estudio de las hormonas ováricas, como administrarlas, en la seguridad de estas y como obtener el máximo de efectos beneficiosos con dosis bajas.

Tenemos tres tipos de tratamientos:

1) Tratamiento Hormonal,

2) Fitoestrógenos,

3) Medicamentos que mejoran la descalcificación de los huesos.

 

1)Tratamiento Hormonal

El tratamiento hormonal mejora el déficit de hormonas producido por el cese de funciones de los ovarios, mejora los sofocos, los sudores que impiden dormir, el sueño vuelve a ser profundo y relajante, dando lugar a una mejora del estado de ánimo, la piel y las mucosas dejan de estar secas, lo que proporciona de nuevo una relación sexual satisfactoria, evita que el hueso continúe perdiendo calcio, y favorece que se recuperen valores de densidad mineral ósea.

La indicación del tipo de tratamiento hormonal se divide en dos grandes grupos: el uso de estrógenos y progestágenos combinados, utilizados en pacientes que conservan su útero, y el uso de estrógenos solos, en pacientes que han sido sometidas a una intervención para extraerle el útero.

Contrariamente a lo se piensa, este tratamiento no hace crecer vello, ni aumentar el peso, al contrario, mejora la sensibilidad a la insulina y disminuye la tendencia a la hiperglucemia y al aumento de peso. Una de las cosas que más preocupan a las mujeres es el incremento de riesgo de cáncer de mama, pero la diferencia entre los 2 grupos con respecto a las pacientes que no reciben hormonas es tan pequeña que en prácticamente no es significativa, y lo explicamos a continuación con el siguiente esquema

Grupo 1 Grupo 2 Grupo3
1.000 Mujeres 1.000 Mujeres 1.000 Mujeres
SIN tratamiento Hormonal tto Estrogenos y Progestagenos (Pacientes Con útero)

 

Tto Solo con Estrogenos (Pacientes Sin útero)
Tendrán cáncer de Mamas
3 mujeres 3.8 mujeres

 

2.6 mujeres
Conclusiones
No tomar hormonas, no les excluye de tener cáncer de mamas.

(3 de cada 1.000 mujeres)

Tomar Hormonas solo incrementa el riesgo de cáncer de mamas respecto al Grupo 1, en 0,8mujeres por cada 1.000 mujeres que reciben tratamiento

(menos de 1 mujer por cada 1.000 mujeres que toman tratamiento)

Disminuye el riesgo de cáncer de mama respecto al Grupo 1, en 0.4 mujeres por cada 1.000 que reciben tratamiento
Tendrán menos cáncer de Endometrio que en el Grupo 1

 

Tendrán menos Osteopenia y Osteoporosis que en el Grupo 1

 

Tendrán menos Osteopenia y Osteoporosis que en el Grupo 1

 

 

Sin embargo, no todas las mujeres pueden someterse a este tratamiento. Es necesario hacerse una revisión ginecológica a fin de comprobar que no existe enfermedad alguna en la paciente que desaconseje el tratamiento.

2 ) Los Fitoestrógenos

Son derivados de plantas biológicamente activas, se encuentran en muchos alimentos, como las legumbres, las hortalizas y los cereales. Ayudan a eliminar o disminuir los síntomas como sofocos, o insomnio, pero solo lo hace en el 50% de las pacientes. Las dietas no suelen contener una cantidad suficiente de fitoestrógenos, por lo que a menudo se administran en concentrados.

3) Medicamentos que mejoran la descalcificación de los huesos.  

Son medicamentos que ayudan a que se fije el calcio a los huesos, pero no tienen ningún efecto beneficioso sobre otros síntomas durante la menopausia. Habitualmente se asocian a la toma de suplementos de Calcio y Vitamina D.

Recomendaciones

Es necesario poner más atención a los hábitos nutricionales, hacer ejercicio, dejar de fumar, cumplir con el tratamiento farmacológico habitual adecuadamente y que el médico tratante revise si es necesario algún ajuste. Por supuesto, una visita al ginecólogo, para comentar los síntomas que presente y donde poder evaluar los posibles tratamientos específicos para la menopausia.

Es muy importante comprender que es una etapa de la vida, en la que hay cambios, pero si nos adaptarnos a ellos, podremos tener una vida plena y satisfactoria.

Autores: Dra. Rosa Mary Baldonedo (Endocrinología) y Dr. Héctor Barahona (Ginecología)

Publicado en Educamos.