Niños con diabetes tipo 1 y celiaquía

Niños con diabetes tipo 1 y celiaquía

Hoy se celebra del Día Nacional de la Enfermedad Celíaca

La diabetes mellitus tipo 1 (DM1) es una enfermedad crónica, de origen autoinmune que aparece con más frecuencia en la infancia y que puede asociarse con otras patologías autoinmunes. En ella se provoca la destrucción de las células beta del páncreas que son las que producen la insulina, hormona indispensable para vivir.

La enfermedad celiaca (EC) es otro proceso autoinmune producido por una intolerancia al gluten en personas con predisposición genética, y que también se asocia a enfermedades autoinmunes. La ingesta de gluten desencadena una respuesta inmune que altera las vellosidades intestinales, incluso puede llegar a su destrucción, dificultando con ello la absorción de nutrientes y el correcto desarrollo. El gluten se encuentra algunos cereales como trigo, avena, cebada, centeno, espelta, triticale y aquellos alimentos que los contengan, estén realizados o contaminados con ellos o sus derivados.

Ambas pueden coexistir por la interacción de factores ambientales, genéticos e inmunológicos. Existen unos marcadores genéticos más frecuentes en las personas con EC y en la diabetes tipo 1: los antígenos HLA-DQ2 y DQ8. El hecho de compartir estos marcadores puede explicar, parcialmente, por qué es más frecuente desarrollar enfermedad celíaca en personas con diabetes tipo 1 que en la población general.

En ambas condiciones, la alimentación juega un papel fundamental. En la celiaquía es el único tratamiento: evitar la ingesta de gluten; en la diabetes tipo 1 es un pilar básico junto con la insulina y la actividad física.

La edad más frecuente de diagnóstico en ambas es en la infancia. En niños con DM1 se asocia la aparición de EC en 2-10% y viceversa en un 8%. Hay mayor probabilidad de EC en personas con DM1 que tienen hermanos con DM1, así como cuanto más precoz fue el diagnóstico de diabetes. En descendientes de DM1 aparece celiaquía cerca de un 3% de ellos (1% en población general).


DIABETES TIPO 1ENFERMEDAD CELIACA
Proceso de inicioAutoinmunidadAutoinmunidad
Predisposición genética (presencia del haplotipo DQ2/DQ8)+ > 50%+ >90%
Otras enfermedades autoinmunes
Edad más frecuente de diagnósticoInfanciaInfancia
Prevalencia0,2%1%
Alimentación como parte del tratamientoFundamentalImprescindible

¿Qué peculiaridades tiene la enfermedad celiaca en niños y niñas con diabetes tipo 1?

Aunque hay personas en las que el diagnóstico de EC es previo al de la diabetes, en la mayoría se produce lo contrario: hasta en el 90% de los pacientes con ambas patologías la diabetes fue diagnosticada primero.

En niños con DM1 que no logran el control metabólico esperado a pesar de cumplir el tratamiento, hay que valorar la posibilidad de tener una EC no diagnosticada.

La enfermedad celiaca en niños con diabetes suele diagnosticarse más tarde que en niños sin diabetes. Ello puede deberse a que no presente sus síntomas más típicos y llamativos (dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso, etc.) sino que muchas veces son asintomáticos o con otros más sutiles y/o más leves, digestivos o no (anemia, malestar digestivo, enlentecimiento o retardo del crecimiento, alteraciones analíticas hepáticas, aftas orales u otras).

La EC no diagnosticada puede ocasionar:

  • A corto plazo: dificultad de control metabólico, tendencia a hipoglucemia y resolución más compleja, retardo de crecimiento, anemia, etc.
  • A largo plazo: osteoporosis, desarrollo de otras enfermedades autoinmunes, ciertos tumores.

Es importante hacer un seguimiento periódico en personas recién diagnosticadas de DM1, sobre todo en la infancia, para detectar precozmente EC. La duración de la exposición al gluten se asocia con un aumento de otros procesos autoinmunes al mantener una hiperestimulación del sistema inmune. La Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomienda realizar pruebas de detección de EC durante los 5 primeros años tras el diagnóstico de la DM1, y después cada 3 años en personas susceptibles, así como estar alerta ante síntomas sospechosos.

En la mayoría de los niños, una vez diagnosticada la EC e instaurada la dieta sin gluten, las lesiones intestinales mejoran, la absorción de los alimentos tiende a normalizarse, los síntomas desaparecen o atenúan y aumenta el apetito. Todo esto puede conllevar un aumento de las necesidades de insulina que requiere ajustes de dosis y de alimentación, además de los propios de la edad, momento vital y de crecimiento.

¿Cómo tratar ambas circunstancias?

  • La alimentación de los niños con diabetes requiere atención especial al contenido en hidratos de carbono de los alimentos, horario, conexión con ejercicio y pautas insulínicas, contaje de raciones, etc. con el fin de conseguir el mejor control de la diabetes.
  • La alimentación en niños con celiaquía requiere a su vez la exclusión absoluta de alimentos con gluten contenido en su propia naturaleza, por su preparación o elaboración o por contaminación cruzada.

Combinar ambas enfermedades supone un auténtico reto para las personas afectadas así como sus familias, que si quisiéramos simplificar, se podría resumir en seguir este orden:

  1. Para la EC: elegir los alimentos sin gluten (preferir los naturales antes que los más elaborados, procesados o ultraprocesados)
  2. Para la DM1: aprender a calcular la cantidad de hidratos de carbono (sin gluten), no sólo de azúcares, y sus equivalencias para las raciones que corresponda ingerir

Aunque parece fácil leerlo, no es tan fácil seguirlo. Aquí dejo unos consejos:

  • Es fundamental realizar una dieta exenta de gluten para evitar las complicaciones de la EC. No debe contener gluten ni como ingrediente principal ni como aditivos o complementos alimenticios que se añaden al procesar los productos naturales, por ejemplo, ciertos espesantes, conservantes, colorantes, etc. ni haberse contaminado en la preparación con superficies, utensilios, aceites, u otros donde o con los que se haya manipulado previamente alimentos con gluten.
  • Es imprescindible leer el etiquetado de los alimentos y en caso de duda, no ingerirlo. Hay que buscar el símbolo de la espiga tachada, mención expresa “sin gluten” y leer todos los ingredientes específicamente resaltados.

Ejemplos de alimentos con hidratos de carbono que no tienen gluten en su naturaleza son: arroz, maíz, patata, legumbres, verduras, hortalizas, frutas, yogures naturales. Y sin hidratos de carbono: carnes, pescados y huevos.

  • Los alimentos a base de cereales sin gluten tienen una composición que puede cambiar respecto al producto con gluten, sobre todo en cuanto a hidratos de carbono y su proporción, por lo que debe ahondarse en la lectura del etiquetado nutricional. Suelen contener más azúcares y grasas (y calorías) que sus equivalentes sin gluten.
  • En niños con DM1 y EC seguir una dieta sin gluten mejora el control glucémico y la respuesta a las hipoglucemias

Es recomendable acudir a las asociaciones de pacientes pues son un pilar fundamental para el conocimiento y el seguimiento de estas patologías y, sobre todo, para la mejora de la calidad de vida.

En Madrid podéis contactar con la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten de Madrid. Además Asociación Diabetes Madrid y tiene un convenio con dicha asociación, por la que obtienes descuento en las cuotas si está asociado en ambas. Consulta aquí las condiciones.

Autora: Rosa M. Servián
Médico de Familia
Máster en Alimentación y Nutrición
(Publicado en la Revista Entre Todos. Si quieres recibir o descargar la revista, hazte socio)

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