Nuestro voluntariado: Entrevista a Karla Meneses, nutricionista

Entrevista a Karla Meneses

Hoy conoceremos un poco más a Karla Meneses, nutricionista y voluntaria de la asociación. Karla es licenciada en Nutrición y Ciencia de los Alimentos, y Diplomada en Educación en Diabetes. Su carrera profesional ha estado orientada siempre a la nutrición en personas con diabetes. Colabora con la asociación en jornadas de educación como Hoy es lunes e intervendrá en próximas jornadas del Seminario Diabetes en Familia para familias con diagnóstico infantil reciente para hablarnos de alimentación en niños y adolescentes con diabetes.

P: ¡Hola, Karla! Primero, cuéntanos un poco: ¿cuál es tu relación con la diabetes?

Mi encuentro personal con la diabetes fue en el año 2009, cuando realizaba mi servicio social de la Licenciatura de Nutrición en México. Trabajé en una comunidad rural en la región de la mixteca en el estado de Puebla, ahí estuve a lo largo de un año en la unidad médica de la comunidad con un grupo de pacientes con diabetes mellitus tipo 2. Cuando desempeñé mi ejercicio en aquella población me di cuenta que había distintos factores que se cruzaban y que intervenían en el tratamiento de su enfermedad; la pobreza, el acceso a servicios (al agua, sobre todo), la migración, los programas de desarrollo social impulsados por el gobierno etc.

Aunque mi labor se quedaba en el centro de salud, a través de las conversaciones con los/las pacientes, me iba dando cuenta de que tratar “su diabetes” implicaba relaciones con procesos sociales, culturales y biológicos.  Realicé mi tesis de licenciatura sobre este tema, intentando abordar los elementos cualitativos y culturales en el tratamiento nutricional, pero me parecía insuficiente. Al finalizar la carrera viajé a la ciudad de México para formarme en Educación en Diabetes, ahí conocí cómo, desde la pedagogía, podía acercarme más a los pacientes, hablar más con ellos y saber más que una química sanguínea o un peso corporal. Al igual que en la licenciatura, el diplomado de educación hacía énfasis en aspectos clínicos, de autocuidado y algunas veces de abordaje psicológico. Me interesó la parte de psicología y como me seguía pareciendo “que algo faltaba”, me formé en facilitación humanista y psicoterapia, donde por fin encontraba “algo” más cercano y útil para “estar más” con los/las pacientes. Así estuve algunos años trabajando en México con personas con diabetes de muy distintos contextos: trabajadores de metalúrgicas, músicos, campesinos, amas de casa, oficinistas. Cada uno me mostraba un contexto que a su vez desplegaban estructuras que parecían nunca terminarse. Por esos años le diagnosticaron a mi abuela diabetes tipo 2 y entonces todo se hizo más cercano y significativo.

P.: Y tú, como profesional de salud, ¿crees que se están produciendo cambios en la forma de atender a pacientes con diabetes en las consultas? O sea, ¿se está enfatizando más la importancia de ir más allá de las «químicas sanguíneas»? 

Por supuesto que sí. O quiero creer que sí. Cada vez hay profesionales más preparados/as, pero sobre todo más diálogo entre las disciplinas, más equipos de trabajo donde existe un encuentro de perspectivas. Pienso que hay mucho trabajo por hacer, pero vamos encaminados/as. Un ejemplo nos la dan Asociaciones como esta, la Asociación Diabetes Madrid. Al final sea psicología, nutrición, medicina, o cualquier disciplina, es importante que no se pierda de vista que es una Persona la que tiene diabetes. El foco siempre es la Persona y esto significa que abarca complejidad y ruptura de fronteras entre disciplinas.

P.: Ahora, ¿cómo llegaste a conocer la asociación y en qué momento y por qué decidiste colaborar como voluntario?

En el año 2011 viajé a España, donde he continuado mi formación académica en el área social y cultural de la alimentación. Mi encuentro con la Asociación Diabetes Madrid fue cuando acudía con mis compañeras de la Clínica de Diabetes donde trabajo, al “Diabetes Experience Day” hace como dos o tres años. Me acerqué al stand de la Asociación, me llevé algunas revistas y no pasó mucho tiempo cuando ya estaba en la entrevista para ser voluntaria.

Pienso que se cruzaba un deseo doble; por un lado, tenía -y tengo- muchas ganas de compartir lo que he aprendido, y por otro lado, me gusta la idea de formar parte de un espacio de encuentro y colaboración. El tratamiento de la diabetes no depende únicamente de la persona, ni de su herencia, ni de un tratamiento médico o nutricional, depende además de un entramado estructural económico, social y cultural, en donde entre más colectivos y grupos de convivencia y colaboración existamos, más fuertes nos hacemos a la hora expresar nuestras vivencias, dudas, derechos y necesidades.

P.: ¿En qué actividades has colaborado?

Al ser Dietista-Nutricionista, mi colaboración se ha enfocado en los talleres de alimentación y nutrición en el tratamiento de la diabetes tipo 1 y tipo 2. Así como en la consulta privada que también ofrece la Asociación. La alimentación es un área muy bonita del tratamiento en la diabetes, pero a veces con tantas cuentas y números, podría parecer agobiante, por eso es interesante hacerlo junt@s.

Yo aprendo mucho de los talleres porque los contenidos más significativos y más interesantes son los de las experiencias; los que comparte alguien que vive la diabetes todos los días, otros escuchamos, luego participamos, y nos vemos en los demás, y nos damos cuenta que no estamos tan solos como pensábamos.

P.: Para la última pregunta siempre nos gusta saber: ¿qué has encontrado en la Asociación y por qué aconsejarías a una persona formar parte de ella?

He encontrado un espacio que reúne personas muy sensibles y trabajadoras, con un gran sentido de la responsabilidad, del respeto y de la empatía. Todas están (estamos) muy conscientes de lo que significa tener diabetes, porque tenemos una relación estrecha o/y significativa con esta patología.

Pero yo diría que lo que más he sentido es sensibilidad y respeto. Por supuesto que podría agregar profesionalismo, creatividad, organización, trabajo en equipo, rigor científico. Trabajo, trabajo, trabajo. Hay tantas cosas que en la Asociación se aúnan que pienso que incluso que hay algunas que soy incapaz de ver todavía. Pero a mi cada vez me parece más difícil encontrar espacios de sensibilidad y respeto como este. En cuanto a la idea de “aconsejar”, no suelo hacerlo, incluso con los pacientes, yo me encargo de informar, de invitar y motivar y ellos/ellas de tomar las decisiones. Colaborar como voluntaria/o es algo que debe nacer de uno mismo. Es un quehacer muy valioso en contextos como el que vivimos actualmente. Más que aconsejar, diría que a quien siente un interés por este mundo de la diabetes, explore, se informe, busque, y si hay un gusanillo que le llama a este trabajo de voluntariado, acuda a la Asociación, que seguramente tendrá un sitio.

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