Entrevistamos a David Montes, pediatra del Hospital Universitario de Fuenlabrada. David colabora en el proyecto enganCHADos en el Hospital St. Joseph, en Bebedja, al sur del Chad.
El Hospital Universitario de Fuenlabrada colabora desde hace cuatro años enviando esta ayuda humanitaria. Actualmente gracias a esa iniciativa se ha conseguido crear un auténtico movimiento social solidario en el Municipio. Todo un ejemplo y modelo de práctica a seguir.
Pregunta.- Por tu labor en el proyecto EnganCHADos ¿Cuáles son los principales retos a los que os enfrentáis los sanitarios que pretendéis aportar vuestro granito de arena en países en vías de desarrollo?
Respuesta.- El proyecto de enganCHADos es muy especial, diferente a otros proyectos de cooperación en los que he participado. Esta aventura empezó hace 4 años con la firma de un convenio de “hermanamiento” entre el Hospital Universitario de Fuenlabrada y el Hospital St Joseph de Bebedjia en Chad, gracias a la incansable insistencia del doctor Alfonso Antequera y al entusiasmo con el proyecto del doctor Carlos Mur, gerente del Hospital Universitario de Fuenlabrada.
Este convenio nos permite a todos los trabajadores del Hospital pasar un mes al año trabajando en el Hospital St Joseph conservando las mismas condiciones laborales que tenemos en Fuenlabrada. Quiero aprovechar para agradecer a nuestros compañeros, que asumen nuestra carga de trabajo de forma solidaria para que este proyecto de cooperación sea una realidad viable y resulte a coste cero desde el punto de vista económico para el Hospital.
El gran reto al que nos enfrentamos sobre el terreno desde el punto de vista sanitario es aportar conocimiento y experiencia en un entorno donde las enfermedades principales que aquejan a la población local, en España están prácticamente erradicadas (malaria, tuberculosis, malnutrición infantil,…). Para ello estamos recaudando fondos para implementar proyectos que ayuden a mejorar las infraestructuras y los protocolos de atención sanitaria.
Con respecto a las infraestructuras estamos reformando la unidad pediátrica y adaptando la urgencia para poder atender a pacientes graves con 6 puestos de cuidados intensivos, y hemos construido una cocina para atender el programa de malnutrición infantil. Hemos llevado a cabo la reforma de los paritorios y la maternidad, estamos construyendo un gimnasio de rehabilitación y una reanimación postquirúrgica con 4 puestos de cuidados intensivos.
Con respecto a la atención sanitaria hemos formado anestesistas, enfermeros de quirófano y estamos cubriendo la atención quirúrgica para favorecer la formación del personal local. En la unidad pediátrica estamos cubriendo los gastos del plan de malnutrición infantil de UNICEF, desarrollando protocolos de la urgencia pediátrica y desarrollando programa de atención materno-infantil a la malaria. Nuestro reto en el paritorio es aumentar los partos hospitalarios para disminuir la morbi-mortalidad materno-infantil perinatal.

P.- Por tu experiencia conoces en primera persona cuál es la situación de la diabetes en este país africano, ¿nos la puedes describir a grandes rasgos?
R.-Esta es una pregunta con difícil respuesta. Aunque las enfermedades autoinmunes en África son probablemente menos prevalentes, no conocemos las tasas reales de incidencia de diabetes tipo 1 porque no existen registros fiables y porque las tasas de mortalidad por esta enfermedad son probablemente muy altas y desconocidas.
En el Hospital Saint Joseph hemos tenido en estos últimos 3 años algunos casos documentados de debut diabético que han fallecido, porque llegaban en situación de cetoacidosis diabética grave y no existe la posibilidad de tratarlos mediante soporte vital avanzado y aporte adecuado de insulinas.
P.-¿Y cuáles de estos retos son específicos para la población con diabetes infantil?
R.- El primer gran reto es ser capaces de diagnosticar la diabetes en estadios más precoces de la enfermedad.
A nivel hospitalario buscamos desarrollar los medios necesarios para conservación de la insulina y mejorar las condiciones en la Unidad Pediátrica para atender adecuadamente las cetoacidosis diabéticas y las hipoglucemias. En el hospital será necesario tanto la adecuación de los medios técnicos como la formación del personal en el tratamiento de la diabetes.
A nivel extrahospitalario el reto es establecer un programa de seguimiento de los pacientes, formación de personal sanitario local y de las familias, y conseguir medios de conservación ambulatoria de la insulina.
P.-¿Colaboráis con entidades/profesionales sanitarios locales para mejorar el manejo de la diabetes de la población?
R.-Actualmente colaboramos con entidades públicas y privadas en España para el desarrollo de los proyectos de malnutrición infantil y tratamiento integral de malaria materno-infantil (Hospital de Fuenlabrada, Ayuntamiento de Fuenlabrada, Ilustre Colegio de Médicos de Madrid, Colegio de Enfermería de Madrid, Sociedad Española de Gastroenterología y Nutrición infantil, Sociedad Española de Endocrinología Infantil, Fundación Atlético de Madrid…)
Con respecto al proyecto de diabetes infantil, se planteó iniciar una colaboración con la empresa Novonordisk, que dispone de un programa de apoyo a proyectos de cooperación internacional relacionados con la diabetes. Además en el congreso de la ISPAAD en 2016 celebrado en la ciudad de Valencia tuve oportunidad de asistir a un bloque de conferencias dedicadas a la atención de la diabetes en países en vías de desarrollo y disponemos del contacto de la IDF (International Diabetes Federation), que se encarga de subvencionar proyectos relacionados con la diabetes y de formar profesionales en países en vías de desarrollo. La situación actual en el hospital no nos ha permitido todavía ocuparnos de la diabetes, porque por desgracia hay otras prioridades que requieren nuestra atención, pero tenemos un proyecto y esperamos poder ponerlo en marcha en un futuro próximo.

P.-¿Cómo puede la experiencia acumulada en el Primer Mundo ayudar a los países en vías de desarrollo a mejorar en el abordaje de la diabetes?
R.-Actualmente estamos apoyando al hospital para ser capaces de atender las necesidades más básicas y las enfermedades más prevalentes, si no son capaces de enfrentarse a ellas primero, nunca van a poner el interés en otras patologías mucho menos prevalentes.
Una vez instaurados nuestros proyectos de malaria, malnutrición, atención quirúrgica y tratamiento de tuberculosis, estaremos en disposición de dar paso al proyecto de la diabetes infantil. Nosotros en este sentido tenemos mucho que aportar con nuestros conocimientos y nuestra experiencia. El primer paso será organizar el sistema de diagnóstico precoz, atención al debut y seguimiento posterior de los pacientes. El segundo paso será organizar cursos de formación al personal local sobre diabetes, que está muy bien preparado y es muy capaz de desarrollar un programa de atención a la diabetes infantil. Esta labor sólo tendrá sentido si somos capaces de aportar los medios técnicos: la insulina (incluidos los medios técnicos y económicos para garantizar su conservación), los sistemas de control de glucemias y establecer un sistema de acceso de los pacientes al plan de atención a la diabetes.

P.- ¿Y cómo podemos ayudar el resto de la población que no somos profesionales?
R.- Siempre digo que la mayor parte de la cooperación al desarrollo que hacemos en enganCHADos la hacemos desde aquí, desde España. Es necesario desplazarse al terreno para recoger sus necesidades, aportar conocimiento y experiencia y aprender muchísimo de ellos, pero sin la aportación económica de nuestros proyectos, socios, voluntarios y donantes, muy poco de lo que hacemos tendría sentido. Hay mucha gente en enganCHADos que nunca ha pisado el Chad y que son responsables de que exista el plan de malnutrición, un plan de atención integral de malaria materno-infantil, de la reforma de la pediatría y de la maternidad, de la construcción de la cocina, del gimnasio, de la compra de 4 concentradores de oxígeno, de la contratación de 10 enfermeras, dos matronas y 2 médicos locales….. ellos son los que hacen posible que existan los proyectos.
Si en un futuro próximo queremos poner en marcha el proyecto de atención a la diabetes en el municipio del Bebedjia, al sur del Chad, será imprescindible la colaboración de socios, voluntarios, asociaciones, colegios profesionales, laboratorios y empresas para que económicamente el proyecto sea viable. Nosotros podemos redactar el proyecto e ir al terreno a ponerlo en marcha, pero sin soporte económico y logístico esto no tendría ningún recorrido y ningún futuro.
