La cetoacidosis diabética es una peligrosa complicación que ocurre cuando el cuerpo no tiene la suficiente cantidad de insulina para permitir que el azúcar en sangre ingrese a las células para usarlo como energía. En su lugar, el hígado descompone la grasa para obtener dicha energía, produciendo una acumulación de ácidos en el torrente sanguíneo denominados cetonas.
Estas cetonas se pueden medir mediante un equipo de examen que consiste en una prueba rápida de venta en farmacias, formado por unas tiras reactivas impregnadas de químicos que reacciona con los cuerpos cetónicos, produciéndose un cambio de color al sumergirlos en la orina durante aproximadamente un minuto, cuando existe presencia de dichas cetonas. Cuanto más oscuro sea el color, mayor concentración de cetonas presentará.
Los síntomas de la cetoacidosis diabética son:
- Sed excesiva.
- Micción frecuente.
- Nauseas o vómitos.
- Dolor de estómago.
- Debilidad o fatiga.
- Falta de aire.
- Aliento con olor afrutado.
- Confusión.
- Olor fuerte de la orina.
- Pérdida injustificada de peso.
Como hemos indicado, si la tira reactiva cambia de color al sumergirse en la orina, indica la presencia inequívoca de cetonas. Pero, se considera que se ha entrado en un estado de cetosis cuando la concentración es superior a 0,5 mmol/L. Considerándose un estado de cetosis profundo una cifra mayor a 3 mmol/L.
Para una mejor lectura es recomendable realizar la prueba antes de comer o pasadas 2 o 3 horas después de haber tomado cualquier alimento o bebida, sin incluir el agua.
Se podrá medir en sangre o en orina. La medición en sangre es relativamente nueva, menos económica y tan solo existe un medidor que la realiza. En cambio, existen diferentes tipos de tiras para la orina, por lo que es importante leer las instrucciones de cada tipo para interpretarlas correctamente.
No obstante, la escala se sitúa en los siguientes parámetros:
- Se considera normal o negativo < 0.6
- Ligeramente elevado 0.6 – 1.0
- Riesgo de cetoacidosis 1.1 – 3.0
- >3 Atención médica inmediata, ya que es una complicación diabética grave que puede llegar a ser mortal.
Ya que se trata e una afección potencialmente grave es preciso prevenir la cetoacidosis diabética: controlar la diabetes manteniendo una alimentación saludable, realizando actividad física diaria y tomando la medicación pautada por un profesional, además de controlar los niveles de azúcar en sangre realizando registros 3 o 4 veces al día y ajustando las dosis si fuera necesario, con ayuda de un educador diabetológico siempre que surjan dudas.
Si las cifras son ligeramente elevadas es importante utilizar insulina de rescate (dosis normal+ suplemento según índice de sensibilidad, que suele ser entorno a 50mg/dl por cada unidad, pero que para determinar con exactitud en cada persona, es conveniente contar con la ayuda profesional), tratando de no bajar más de 100mg/dl a la hora y, corregir nuevamente si fuese preciso cada 2 o 3 horas.
Respecto a la alimentación, si la cifra se encuentra por encima de los 250 mg/dl no es recomendable ingerir carbohidratos sino líquidos sin azúcar, siendo éstos de absorción rápida (leche o zumo por ejemplo) si la cifra se encuentra por debajo de los 250 mg/dl.
Se recomienda no ingerir más de 1 o 2 raciones a la hora, mantener reposo hasta que desaparezca la cetosis y controlar nuevamente la glucemia cada hora y cuerpos cetónicos cada dos horas.
Esto solo son algunas recomendaciones, y que, si la concentración es ligeramente elevada o se manifiestan síntomas, lo más conveniente es buscar atención médica lo más rápido posible. Y , sobre todo, si la glucosa en sangre supera los 300mg/dl o las cetonas superan los 3.0 milimoles por litro en más de una prueba. Por lo que se recomienda tener siempre un kit de prueba de cetonas en la orina en casa, de venta en la mayoría de farmacias sin receta médica. Es recomendable que el profesional de la salud aconseje sobre el kit más adecuado en cada caso. Se trata de una prueba fácil de realizar que da unos resultados muy precisos si e siguen cuidadosamente todas las instrucciones de uso.
Autora: Eva Concepción Herrero