
Esta es la pregunta del Reto ¿Cuánto sabes de diabetes? del mes de abril. La próxima semana publicaremos la respuesta. ¿Cuál crees que es? Deja tu contestación en los comentarios.
Es el momento más feliz de mi vida. Soy madre. No ha sido un camino fácil, pero aquí estoy, mirándole a los ojos mientras realiza su enésima toma de la madrugada. No me extraña nada que algunas mujeres hayan decidido no dar el pecho a sus hijos, la verdad es que por momentos esto molesta un poco, pero yo estoy decidida a seguir.
Sin embargo, cada vez que me pongo insulina me entra un poco de miedo, ¿y si le pasa algo malo por mi enfermedad? ¿No será mi leche demasiado dulce? Estos días no me da tiempo ni a ducharme, así que imagínate a hacerme los controles.
Y aquí opina todo el mundo… mi madre, mi suegra, mi mejor amiga, la vecina, la panadera, e incluso ¡los hombres! Pero, ¿qué sabrán ellos?
Mi pareja, con un fondo de cariño, incluso me ha insinuado que bastante tengo con lo de mi enfermedad como para preocuparme ahora de la lactancia, que él se crió con biberones y está fuerte y sano. Yo la verdad es que, por momentos, veo que lo voy a terminar dejando antes de lo que quisiera.
Oye, aunque la tuya sea otra opinión más, ¿tú cómo lo ves?
- Pues mujer, ¿qué quieres que te diga? ¿Otra opinión? El pecho es lo mejor para tu hijo, eso está claro. Pero para tu hijo, lo mejor es también que tú estés bien. Trata de controlar tus glucemias lo mejor que puedas y disfruta cada pequeño instante que, al final, estos días se pasan demasiado rápido. Vive el día a día y procura no ocuparte demasiado de mañana, es decir, no te preocupes.
- Vete a la farmacia y compra biberones. Vete al ginecólogo y que te corte la lactancia. Te va a dar un chungo glucémico de esos tuyos y tu hijo se va a quedar huérfano antes de tiempo. Anda, anda, déjate de tonterías y pásamelo que lo acuno yo un rato. Cómo se nota que eres primeriza hija… ¡si es que lo coges como si fuera un botijo!
- No sé qué decirte la verdad, pero sinceramente creo que tienes poca leche y de mala calidad. Se nota por las uñas de tu hija que están quebradas, y por la forma en la que le está creciendo el pelo, con ese rizo tan característico de alimentación podrida.
- Bájate una aplicación buenísima que hay ahora para tu “esmarfon”. Te dice exactamente cuánto debe durar cada toma para no pasarte y que puedas tener tiempo para ti, para arreglarte, para cuidar tu diabetes y para dedicarle un poco de tiempo a tu marido que, por cierto, lo tienes abandonado al pobre. ¿Ya llevas tres minutos en ese pecho? ¡Eso es una barbaridad!
Me inclino por la 1.
Efectivamente, Ángeles, es la primera. Puedes leer la contestación en esta entrada https://diabetesmadrid.org/respuesta-reto-cuanto-sabes-de-diabetes-11-lactancia-materna/. Un saludo