Testimonio: Tu hij@ tiene diabetes

El día que a tu hija de 4 años le diagnostican diabetes, el cosmos se congela. La noticia dura 11 segundos pero la parálisis, con su negación y su culpa, se queda durante meses. “Tiene diabetes tipo 1. Lo bueno es que hay tratamiento. Lo malo: que es un rollo y no tiene cura”. Un «para siempre» que sabe a cadena perpetua y duele a injusticia total. A los niños no debería de pasarles nada malo y menos a los nuestros. Así de egoísta es el amor.

Pero ella, con su fuerza y coraje, está por encima de lo “malo”. Lo integra como un elemento más de su existencia y lo vence, día a día, con la sonrisa.

Convivir con una gluco-heroína es tener el alma en vilo día y noche, por si el azúcar sube o baja demasiado. Es rezar a lo que no crees para evitar sustos de los gordos. Es abrazar lo incontrolable y creer en la investigación y en las nuevas tecnologías hasta más no más con la infinita esperanza de que el «para siempre» muera derrotado. Es reventar de admiración y de orgullo cada vez que la miras…

Hace 5 años que nos dieron la noticia. Desde entonces, la mochila de Emma es nuestra fuerza. Ella la carga con naturalidad y valentía, como si darle importancia fuera restársela a lo que de verdad importa.

Ella, él y ellos son el vivo reflejo de cómo la vida te compensa cuando menos te lo esperas. Asumir lo que toca no es derrumbarse. Es venirse arriba, empoderarse, mirar los retos de frente y construir una actitud de resiliencia, optimismo y fortaleza ante cualquier adversidad. A veces es doblarse, claro que sí, pero jamás romperse.

En definitiva, que a tu hij@ le diagnostiquen diabetes no es una condena: Es el inicio de un camino repleto de curvas y cuestas, pero también de llanuras y hermosas explanadas. Es un cúmulo de lecciones regaladas en las que inspirarse día a día. Es aprender a fluir, soltar, creer y dejar de controlar. Ellos son los héroes y las heroínas de nuestra vida, un hermoso espejo en el que mirarse para ver lo alto que se puede llegar, incluso con una pesada mochila.

Muchas gracias a todos los que habéis estado a nuestro lado durante estos 5 años regalándonos calorcito, ánimo y cariño del bueno. Y un súper ole a la Asociación Diabetes Madrid por generar foros de conocimiento y espacios para compartir experiencias, novedades y avances tecnológicos que traen grandes dosis de esperanza.

Juntos es como mejor avanzamos. Sigamos caminando de la mano hacia la curación definitiva de la diabetes.

Autora: Ana Covadonga Rodríguez Stambaugh (madre de Emma)

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